30. Familia

En la noche Espada vaga por las callejuelas luego de su hora de dormir y se codea con los lobos de la sociedad. Invierno lo busca y lo extraña, quiere envolverlo en ese calor que no tiene.

Espada regresa al amanecer, Invierno lo observa en silencio desde su lecho y vuelve a dormir, ahora acompañado de una tranquilidad reposada, sueña con Verdad y le da gracias.

Espada a cambiado, su lengua ha perdido filo y su corazón no posee ya el fuego de un guerrero. Su alma está cansada, aunque solo ha recorrido un corto camino; pero su brazo ha caído como lanza demasiadas veces, y él quiere escapar de ese nombre: de esa carcasa que le da sentimientos y un rostro que ya no le pertenecen.

Se hunde en Invierno para dormir, cambia de piel cuando el frío sana su corazón. Ahora es un animal fiel y dócil, espera a Invierno con ansiedad mientras se arropa con su propio cuerpo de Perro.

29. Venganza

he perdido mi propósito por mi propio descuido.

lo dejé divagar durante años entre esos recovecos polvorientos de mi memoria 

y ahora se ha ido.

como un niño desvalido recorro las calles buscando eso que devolverá algún destino a mis manos

la derrota me envuelve como una manta en un día frio.

28. El Puente

el tiempo ha pasado: los pajaros han venido e ido y las hojas de los arboles han canbiado de color -muerto y renacido- con las estaciones. ya no recuerda cuanto tiempo lleva esperando, pero todo cambia menos ella. ella, ella. se ve a sí misma como una hermosa damisela, un premio que cualquier caballero quisiera clamar como suya, pero ella ya tiene dueño y el regresará: pronto. ¿la llevará lejos de ese puente andrajoso donde los ruedos de su falta se han desgastado y sus manos han sangrado por las astillas? ella lo espera, tanto a él como a un nuevo destino. 

otra temporada viene, el viento se levanta y una nube anuncia la tormenta inminente. ella observa en cielo con preocupación y suspira: otra noche fría... pero no se irá: prometió quedarse allí hasta que él regresara, aunque no sabe ya desde cuando.

27. Fausto.

sangre sella un contrato mas allá de la muerte, y como ícaro te precipitas en una caída sin retorno. en la sabiduría eterna has buscado tus respuestas, la magia no tiene ya misterios para tí pero la vida misma no tiene sentido.

un laberinto donde el hilo brillante de la princesa no te salvará de las fauces del minotauro. la hermosura del amor tampoco ha tocado a tu puerta, solo lograste ver un atisbo de su túnica hace mucho tiempo atrás, lo que parece ahora siglos.

te llaman desde abajo pero te perdonan desde arriba, no sabes a donde te llevará el destino que está escrito en las delgadas lineas de las palmas de tus manos.

26. Distancia

todas las luces del mundo se alargan en halos

cuando tienes lagrimas en los ojos

estrellas fugaces que te invitan a pedir deseos.

tu garganta se amarga y endurece

como la concha de una naranja

la galaxia se convierte en una lluvia de meteoritos

cuando lloras.

25. Confesiones

gris: se extiende a lo largo del horizonte y cubre las rocas. nuestros rostros de cara al solo que brilla también gris como el gris de un campo de golf ahora que todo es gris. mi mano es gris sobre tu mano gris, pero tus ojos, tus ojos brillan en claroscuro, grises y negros, reflejando arcoiris de sombras desde lo mas profundo de mi alma.

lees mi corazón como un libro que yace abierto y baña de gris el firmamento, cuerpos celestes, grises y sin vida que se confunden en la distancia con el mismo cielo. ya hemos olvidado aquellos luceros que brillaban como tus ojos.

nadie recuerda el color, si existió algo más que gris y si se parecía al sentimiento que me invade al estrechar tu mano contra mi pecho y rozar tu mejilla con mis labios. si se parecía al olor de tu pelo en las mañanas, grises como nuestra piel y las paredes de esta casa. algún día veré nuevamente el no-gris de los atardeceres, te acercaré a mi boca y te diré que te amo.

24. Rompecabezas

al principio es un ojo. profundo y oscuro, abismo desconocido. retazos de piel yacen esparcidos sobre la madera brillante y lentamente toman forma debajo de dedos expertos. al principio es una explosión, miles de detalles perdidos en la distancia y solo un ojo entrenado puede reconstruir.

ves a través de la ventana varias veces durante la tarde mientras tus manos trabajan a tientas, una imagen nace por segunda vez cuando todas las piezas ocupan su lugar.

al principio es desorden, curiosidad sin saciar que inspira violencia: al final es solo otra verdad desnuda, linda y simple que decepciona. el misterio está resuelto y la pasión se ha perdido.

23. Virus

escuchaste la campana a lo lejos y miraste la pared.

-Me odias, no-dijiste y ella chasqueo los dedos, miró hacia otro lado. techo, piso, dimensiones inexistentes incluso, todo menos tu rostro.

-No podría,-miente-estás exagerando como siempre.

sacudes la cabeza y sorbes un poco de tu soda. este tipo de actitud es lo que te revienta de verdad.

-Claro-agregaste resignado.

era inútil también pedir razones de su parte, nunca las tenía: ni razones, ni causas, ni nada que decir excepto frases banales construidas de sonrisas y ojos marrones que brillaban bajo el sol.

-Quita esa cara y come, ¿quieres?-endulzó la voz para suavizar el ambiente y continuó comiendo. pensaste en ti mismo y en ella, en el futuro que les esperaba si seguían juntos y en tu miseria. comiste en silencio.

22. Madre

Tú, cueva lugugugugubre s-o-n; s-u-n. espectáculo de maravillas:

Humedad salada que nos arropa en las noches para dormir, oh madre.

Alada estrella, estrellada gaviota sin a l a s donde, ¿dónde? encontremos

Las entrañas sagradas de el nacimiento: concibimos, gestamos. partimos del parto.

Anochece en las minusculas conchas de tus orejas, delicadas perlas que cuelgan

Tendremos un festín esta noche con los 10,000 de Grecia ¡Kuruš! ¡adelphos!

Take me home along with everyone on this ship, take take, take me, take it, take us.

Ah, vemos el mar negro en la distancia y nos espera con los brazos abierto como mitera.

21. Rukbat

las constelaciones se alinean en la parte de atrás de su cabeza, no ha podido dormir en días. insomnio, dicen: sus ojos se cierran pero su mente no se apaga, él sigue brillando en medio de la vía láctea mostrando el camino a seguir.

la luna baña de luz el recinto a través de la ventana. su cuerpo se queja en silencio, grita desgañitado sin emitir sonido mientras el cansancio se apodera de su noche. no se apagan los pensamientos, pero entran en una especie de sobre marcha acelerada que desdibuja los bordes de la realidad.

sueña con ojos que sonríen desde las pupilas y manos meciendo el universo. sueña con él: su estrella.

20. Sabotage

estrello el bate contra el vidrio del auto y rio: aullo a la noche. Truman me mira con su cigarro colgando del labio inferior y puedo sentir cenizas en mis pulmones de las ganas tan grande que me dan de besarlo. sirenas cantan en la distancia y ojos rojos parpadean en las puntas de los rascacielos viendo los pecados de las ovejas desde lejos.

-Tenemos que irnos antes de que llegue la policia- dice Truman, yo mando a volar un espejo retrovisor: home run.

las sirenas se acercan con sus cantos embrujantes, somos piratas con un botín en nuestras almas. corremos mano en mano y Truman me empuja contra una pared para ocultarnos; el bate rueda por el suelo, lejos de nuestros pies. plonplinplín

-Jess, has silencio- Truman murmura rápidamente entrando en pánico.

nuestra respiración y nuestros latidos son más notables que las canciones míticas, hemos huido de las aguas saladas. el aire frío nos golpea con sorpresa cuando ha pasado la emoción, vapor sale de mi boca en cortos espasmos y en la distancia escucho una risa que se parece mucho a la mía.

19. Noche

el volkswagen traqueteaba por calles a medio pavimentar con Tom Yorke balbuceando de fondo. los ojos de Manuel lucían enorme tras los gruesos cristales de sus gafas y yo asentía efusivamente.

"Tienes que escuchar este disco, es impresionante. Mira, esta canción," dice Manuel mientras mira de reojo la via y manipula los controles del reproductor de música. la melodía cambia por una más errática, "¡esta tardaron un año en grabarla, imaginate eso!" su emoción es contagiosa, pero su pasión no: asiento un poco más.

"Oye, oye, ¿esa no es Erica?" interrumpe Jesús sin siquiera importarle lo que digo, nunca le importa, "Dale la cola Manuel, que está bien buena."

Manuel me mira con preocupación en el rostro y estaciona su cacharro junto a la acera. "Se la doy, pero no te pongas con chistes de esos que yo tengo una sola mujer en mi vida." yo rio de buena gana: no soy yo, pero sé que es cierto. hablamos de otras tonterías mientras esperamos. la noche se estira para los caminantes solitarios que deambulan por nuestros alrededores.

18. Jake Mate

La reina de occidente avanza. Se mueve entre los peones y los caballos, baila con gracia (desgraciadamente) entre los diamantes oscuros e iluminados del salón. Desenvaina su espada rápidamente, no la ves. Cabezas ruedan por el suelo. El rey de occidente observa desde lejos. El rey de oriente cierra los ojos, negros los cabellos y los ojos. Los brazos, las piernas, las cabezas en el suelo. Es un festín negro de terror, eslabones rotos por la reina de hielo del occidente, sus manos resplandecen como su espada.

El rey de oriente tiembla mientras se aparta hacia un lado, la reina de oriente empuña su espada, larga y negra como una serpiente empalada que quiere envenenar. La reina de occidente sonríe, sus dientes blancos como su tez, una torre es destrozada y los ladrillos vuelan por los aires como cenizas esparcidas por un campo de batalla. Los peones, blancos colmillos de lobo salvaje, se ciñen sobre los caballos enemigos. El rey de occidente grita de júbilo cuando la reina de occidente envaina nuevamente su espada, todo ha terminado. La cabeza negra del rey de oriente rueda por el suelo con los ojos negros abiertos de la sorpresa.